análisisCaminar solos. Messi, el ausente presente que ya preparó a todos para el día despuésPor Ariel Senosiain
Todavía dura la placentera sensación de haber sido testigos de la historia. El 4-1 a Brasil fue de esos partidos que no se olvidan. La sorpresa es un momento, no un estado. Pero la selección argentina lo logra: vivimos en constante admiración. Si ganar después de haber ganado es el mayor desafío en el deporte, gustar luego de haber gustado fue el nuevo escalón. Y sin su estandarte. Sin Messi: esa es la (nueva) cuestión.